Una vez entiendes como funcionan las plantas en general, es muy fácil comenzar a cultivar y disfrutar de buenas experiencias con el cannabis. Si lo piensas bien, las plantas no son tan diferentes de los animales, incluidos los humanos: nacen, se alimentan, toman mucha agua, respiran, dependen de su ambiente, sienten, se reproducen, mueren. No obstante, hay diferencias: cuidar una planta de cannabis debería ser mucho más fácil que tener una mascota e infinitamente más fácil que cuidar a otro ser humano. Lo importante, al igual que con otras relaciones, es entenderlas; saber lo que necesitan.
En este artículo te quiero mostrar los factores limitantes. Una vez los entiendas y los domines estoy seguro de que podrás tener experiencias de cultivo exitosas. Además de cultivar cannabis, tengo junto con mis mejores amigos una empresa que se dedica a la agricultura urbana y, si bien nos faltan años para ser expertos en el tema, conocer estos factores ha sido el mejor de los trucos para lograr una cosecha exitosa.
¿Qué son los factores limitantes?
Las plantas necesitan ciertos factores para vivir y crecer, si les falta alguno, su crecimiento será muy lento y probablemente morirán. Piensa por un momento en lo que necesitas para sobrevivir, tus necesidades básicas. Así como tú necesitas alimento, agua, horas de sueño, respirar, vitaminas y minerales las plantas también. Cuando una de estas condiciones básicas no se cumple, decimos que hay un factor limitante, porque si alguno falta o está limitado (en pocas cantidades) la planta crecerá a la tasa de dicho factor. Por ejemplo, si una planta tiene todo lo que requiere pero le faltan horas de luz, crecerá a la tasa en que recibe luz. Para mejorar su crecimiento deberás entonces mejorar las condiciones del factor limitante; en este caso, deberás darle más horas de luz o mayor intensidad.
1) Luz / fotoperiodo:
la luz es quizás el factor más importante para tener en cuenta cuando cultivas, especialmente en la ciudad. La luz es parte esencial en el proceso de fotosíntesis de las plantas y, en especial, de la marihuana. Una planta sin buenas horas de luz (preferiblemente luz directa con alta intensidad) tendrá un crecimiento lento, sus moños serán muy pequeños, se verá alargada, delgada, con pocas ramas y lejos de ser la planta gordita que queremos en nuestra casa. Para profundizar en la luz puedes ver nuestro post Ver: La luz: el alimento de nuestras plantas.
La luz además cumple un segundo propósito. Una planta de marihuana necesita entre nueve y doce horas de completa oscuridad para florecer. Esto se debe a una adaptación de la planta de cannabis para reconocer cuando iba a llegar el duro invierno (temporada de las noches largas) y florecer para dejar semillas que lograran aguantarlo . Ver: El fotoperiodo en el cannabis: la clave para conseguir una gran cosecha.
TIP: recuerda que la luz es el alimento. Con poca luz tus plantas no crecerán bien y seguramente no te darán la producción que esperas. Si tu planta está creciendo muy enlongada, con un espacio grande entre los nodos, deberás suplementarla con más luz (luz artificial).
2) Agua:
este factor es fácil de recordar porque nosotros como humanos también necesitamos tomar agua todos los días para estar bien. Lo curioso es que, si bien es el más fácil de recordar, es el que más olvidamos.
El agua, así como la luz y el dióxido de carbono, es parte esencial de la fotosíntesis: sin agua no hay fotosíntesis y sin fotosíntesis no hay vida.. Ver: La fotosíntesis es el proceso mágico en la vida. Pero además de ser clave en este proceso, el agua también es necesaria para germinar una semilla, para traslocar los nutrientes de un lugar a otro y para regular su temperatura por medio de la transpiración. Ver: Las cuatro razones principales porque las plantas necesitan agua para vivir.
TIP: El agua es vida. Si olvidas regar tu planta de cannabis por mucho tiempo, seguro que morirá o crecerá lentamente. Si eres un persona con poco tiempo o si viajas mucho te recomiendo el Kit de Cultivo Hidropónico. Está diseñado para que sea muy fácil de usar y es la mejor opción para las personas que están apenas comenzando a cultivar.
3) Dióxido de carbono (CO2):
el dióxido de carbono representa el 0.038% de la atmósfera de la Tierra y es uno de los materiales requeridos en el proceso de fotosíntesis de las plantas. En presencia de luz, la planta comienza a necesitar CO2 para producir energía. En espacios cerrados y con poca aireación es común ver que las plantas no tienen acceso al CO2 suficiente para absorber la luz que reciben y transformarla en energía para sus funciones vitales y su crecimiento.
TIP: en la ciudad es mucho más común ver deficiencia de luz que de CO2 (por obvias razones). Si tienes el cultivo en un clóset o un armario para cultivo si deberías estar pendiente de darle suficiente CO2 a tus plantas. Ver: CO2: nosotros lo producimos el cannabis lo absorbe.
4) Nutrientes:
Si la luz es la comida que necesitan tus plantas, los nutrientes son las vitaminas y minerales. Todos los fertilizantes que encuentras en el mercado son suplementos de nutrientes para que tus plantas crezcan sanas y fuertes. Cada nutriente tiene una función especial dentro de los procesos que llevan las plantas y hay unos que se necesitan en mayor proporción que otros. Ver: Nutrientes: ¿cómo identificar deficiencias y cómo solucionarlas?
TIP: si ves que las hojas en tu planta tienen manchas o un color raro, es probable que tengas una deficiencia o exceso de nutrientes. Para corregirlo debes primero detectar qué nutriente es el que le hace falta a tu planta (usualmente es el nitrógeno) y luego buscar la solución. ¡Verifica muy bien el ph antes de tomar cualquier decisión! Ver: ¿Que es el Ph y por qué es tan importante para la absorción de nutrientes?
5) Temperatura:
El cannabis crece muy bien en temperaturas entre los 20°C y 30°C; cuando la temperatura es muy alta o muy baja, la tasa de crecimiento de la planta disminuye, a veces considerablemente. La temperatura ideal dentro de este rango depende mucho de la cantidad de luz que reciba la planta, entre más luz reciba mayor deberá ser la temperatura. Si tu planta de cannabis excede los 30°C seguramente usará su energía para absorber agua, transpirar y mantenerse fresca. A una temperatura menor a los 20°C los procesos en la planta de cannabis se vuelven más lentos y se reduce su crecimiento.
Un factor adicional para tener en cuenta...
Oxígeno:
Si bien las plantas producen oxígeno durante el proceso de fotosíntesis (por eso se consideran oxigenadoras del aire y son tan importantes para nuestra supervivencia) las plantas de cannabis necesitan oxígeno en sus raíces. Este oxígeno se usa para transportar los nutrientes y el agua que la planta necesita, así como para controlar la tasa de transpiración de la planta. Si cultivas en tierra es raro que tengas problemas de oxigenación, pero en hidroponía es muy común si no tienes alguna forma de oxigenar constantemente el agua.
TIP: la mejor forma de oxigenar el agua en un cultivo hidropónico es usando un aireador conectado a una piedra difusora. Esto crea pequeñas burbujas de aire que oxigenan el agua. Unas raíces saludables con buen acceso a oxígeno y sin hongos se verán blancas y hermosas.
Si estás pendiente de estos factores y los dominas tu planta crecerá muy bien. Entendiendo la importancia de estos factores y observando día a día el estado de tu planta garantizarás, casi en un 90%, una experiencia exitosa. Claro, puede que algún día te llegue un plaga o un hongo y debes saber afrontarlo pero manteniendo un ojo en estos factores tendrás una planta sana lista para dar la batalla y producir la flor que mereces. Equilibrar los factores limitantes es la clave para prevenir enfermedades y plagas, es la forma de garantizar que tu planta esté fuerte y sana para combatirlas.
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