En Catacoa contamos con un equipo interdisciplinar, erudito y entusiasta de la cultura cannábica y el autocultivo. Bajo la estricta curaduría y edición de todos nuestros integrantes, venimos creando una serie de micro-manuales e informes con el objetivo de hacer claros los conceptos, las prácticas y las herramientas que se utilizan para cultivar cannabis. Éstos pretenden ser un puente de comunicación con toda la comunidad de growers sin importar su conocimiento o experiencia. La principal razón de ser de estos manuales es el enriquecimiento del debate y el compartir el conocimiento general que tenemos sobre el arte milenario y la ciencia moderna para cultivar cannabis. Invitamos a los lectores a que nos compartan sus experiencias, nos comenten sus dudas y nos expongan sus críticas sobre cualquier aspecto que se pueda mejorar en nuestras publicaciones. Sobre todo queremos que sea la curiosidad de la comunidad la que guíe los informes y el contenido de nuestro blog.
Uno de los primeros temas que abordaremos es la poda del cannabis. Cualquier persona que haya tenido el valor de cultivar cannabis, por lo menos una vez, seguramente ha realizado algún tipo de poda (o ha escuchado hablar de ésta), muchas veces sin saber si tuvo el efecto deseado o si se hizo en la mejor época posible.
Este informe pretende explicar las funciones fisiológicas básicas de la planta, los factores ambientales, las épocas, los tiempos de crecimiento, la genética y otros aspectos que influyen en las podas. Se trata de un resumen de lo que pasa con nuestra plantita cuando la podamos, cómo se debe realizar una poda dependiendo de lo que queremos, qué tipos de poda existen y cuál es su función; principalmente, pretende generar un conocimiento básico que nos permita tomar decisiones adecuadas con nuestras plantas para incrementar su rendimiento.
Empecemos por lo más básico, ¿qué pasa a nivel fisiológico cuando podamos una planta?
Para hablar de qué implica podar o remover una parte de la planta tenemos que entender lo que regula el crecimiento de las plantas en los tejidos nuevos: la planta produce yemas en su ápice (la parte de más arriba) y en sus axilas (ejes laterales).
Estas yemas crecen dependiendo de dos factores principalmente:
1) Fototropismo positivo:
Esta palabra suena muy compleja pero no quiere decir nada más que las plantas buscan la luz, y que la división celular siempre se orienta hacia donde haya mayor flujo de fotones. Por eso, cuando tenemos una planta en un balcón o cerca de la ventana,esta siempre se dobla hacia donde recibe más luz. El fototropismo es entonces el principal factor de estimulación de las yemas y por esto la planta crece hacia arriba, ¡dahhh!
2) La dominancia apical mediada por hormonas:
Al recibir más luz en determinada yema, la planta concentra sus hormonas (en este caso auxinas) hacia esa yema; las auxinas son unas de las principales hormonas vegetales y producen crecimiento y división celular en donde sean reconocidas por las células, el problema es que el fototropismo dirige o direcciona la concentración de auxinas hacia donde hay más luz y esto crea una falta de auxinas en las demás yemas. Esto deja algunas yemas dormantes o con poco crecimiento, desarrollándose solo las yemas que actualmente reciben más luz. Para enfrentar este inconveniente hay técnicas de no poda en donde simplemente se dobla el tallo exponiendo yemas laterales hacia la luz, para estimular el crecimiento de nuevas yemas axilares y promover mayor vegetación de la planta, pero de este tema hablaremos en otra oportunidad.
Recapitulemos entonces, el fototropismo hace que las auxinas se concentren donde hay mayor flujo fotónico (más luz), dejando a las demás yemas con una baja actividad hormonal. Lo anterior representa una dificultad dado que es esta actividad de las auxinas la que promueve la división y la expansión celular, haciendo que las plantitas crezcan y formen nuevas hojas y ramas.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando cortamos una yema? ¿Qué pasa cuando esta yema es además el ápice de la planta? Bueno, muy simple, se quiebra la dominancia apical y las auxinas son redistribuidas hacia las yemas laterales generando crecimiento y nuevas hojas y tallos en donde estaban estas yemas. A esto lo llamaremos el “efecto Y”. Para que sea más fácil, de aquí en adelante solo debemos tener en mente que cuando cortamos una yema generamos el crecimiento de las que están más abajo y se crea una Y de crecimiento de nuevas hojas y tallos.
El efecto Y es la forma más fácil y práctica de entender las podas y es todo lo que necesitamos saber para podar nuestras plantas. Como una hidra griega, las plantas de cannabis responden a la caída de su cabeza creando dos más; esto genera una bifurcación de la planta que significa una planta más arbustiva, de arquitectura más compacta, que en determinadas condiciones puede maximizar el área fotosintética y aumentar la productividad de nuestra planta, aumentando también el número final de yemas florales que nos producirán cogollo.
Sin embargo, es importante entender que aunque las podas apicales generan mayor vigor vegetativo y mayor ramificación no podemos andar cortando por ahí nuestras plantitas cada semana sin ningún otro criterio. Veremos entonces qué otras cosas tener en cuenta para hacer que nuestras podas cuenten y realmente beneficien a la planta en vez de inhibirla.
Ya entendimos el componente fisiológico… que alivio ¡casi que no! Ahora podemos pasar a cosas más prácticas y menos fastidiosas; si aún no están cansados de leer toda esta **** vamos a hablar de otros factores muy importantes a la hora de podar.
otros cinco factores muy importantes a la hora de podar
1) Saber cuándo hacer la poda
“un bebé no corre antes de gatear”
un perro viejo no aprende trucos nuevos y un bebé no corre antes de gatear. Es muy importante a la hora de podar saber cuándo hacerlo y la genética de nuestras plantas es uno de los principales indicadores del margen de tiempo que tenemos para hacer una poda, para que ésta tenga el mayor efecto sobre el desarrollo y la vegetación de nuestra planta. Esto se debe a que cuando nuestra planta entra en floración toda su energía metabólica se concentra en producir flores, por lo que una poda en esta etapa (o en la de prefloración) es realmente algo indeseable. El balance hormonal del cannabis cambia mucho y el flujo de auxinas se ve afectado por otro tipo de hormonas (citoquininas y giberelinas) que promueven más la diferenciación celular (sexado y desarrollo de órganos reproductivos) que el desarrollo de nuevas hojas y ramas, ¡objetivo único de la poda! Por esto debemos hacer la poda mucho antes de la etapa de floración, aunque antes de la primer poda debemos dejar que la planta desarrolle unas cuantas ramas y varias hojas, para garantizar que tendrá el vigor necesario para generar nuevas yemas y ramas vigorosas de estas yemas. Mejor dicho, el mejor momento es cuando la planta no está ni muy pequeña ni muy cerca de la floración. Si ya está en floración por favor abstenerse de cortarle un posible cogollo, por pequeño que sea, ya que la brotación lateral consecuente seguramente no compensa lo perdido.
La genética es importante entonces debido a que es uno de los principales factores que determina cuándo florecerá nuestra planta y nos dice cuántas semanas podemos podar. Las variedades más índicas florecen, por lo general, entre la semana diez y la catorce , (varía mucho); estas plantas de floración temprana nos dan un margen de poda más estrecho que, si me preguntan, sería desde la cuarta semana hasta la octava (depende de su planta). Esto se debe a que en este momento la planta ya tiene una arquitectura desarrollada y bastante área fotosintética para producir rápidamente nuevas ramas y hojas, pero aun producirá varios nudos vegetativos antes de florecer.
Para el caso de variedades más sativas, o puramente sativas como la mayoría de las variedades nativas colombianas, tenemos un margen mucho mayor para realizar podas, de varios meses incluso. La genética sativa, y sobre todo con tantos pools genéticos como en Colombia, puede darnos plantas que florezcan desde los cinco meses hasta más de un año. No obstante, cabe resaltar que la floración del cannabis no solo depende de la genética, sino también de factores como la temperatura, la nutrición, la disponibilidad de agua y la radiación incidente. Además, cualquier factor de estrés induce una respuesta de supervivencia en el cannabis que normalmente produce la floración de las plantas. Así que si queremos maximizar el tiempo de crecimiento y el número de podas efectivas en las plantas debemos darle las mejores condiciones.
Habiendo dicho esto, las plantas sativas nos pueden dar varios meses para realizar podas. El l criterio de éstas debe ser siempre la arquitectura de la planta; de esta manera, si ya se tiene una planta con suficientes ramas y un crecimiento vegetativo satisfactorio no es necesario seguir podando. Mi abuela dice que la ambición rompe el saco, esto claramente es un criterio estético y personal de cada grower, sin embargo, desde Catacoa recomendamos máximo una poda al mes , debido además a otros factores que explicaremos después.
2) Saber si hay suficiente luz para la poda
“Si no hay pal caldo no hay pa’ los huevos”
Al podar estamos buscando aumentar el crecimiento vegetativo de nuestra planta, queremos más hojas que puedan alimentar más flores y cogollos y queremos más ramas donde se puedan desarrollar yemas florales, pero más hojas significa más demanda de energía y de luz; por tanto, si queremos que una planta florezca el doble, tenemos que garantizar que tendrá suficiente luz para hacer fotosíntesis y que al bifurcar las ramas no estamos realmente haciéndolas competir por la poca luz que hay, ya que esto solo tendrá como consecuencia cogollos menos cargados en cada rama. En última instancia esto podría disminuir el rendimiento de nuestras plantas. Para saber si tenemos suficiente luz y si es pertinente bifurcar nuestra planta y aumentar la demanda fotosintética podemos ver la distancia entre nudos: a menor disponibilidad de luz tenemos entrenudos más largos, por esto las plantas que tenemos en el salón de la casa, sin mucha luz al día, tienden a ser más alargadas y tener mayor distancia entre rama y rama. Por el contrario, si nuestra planta crece compacta y la distancia entre nudos es corta quiere decir que existe una buena disponibilidad de luz y podar puede ser conveniente para aumentar su área fotosintética. Este criterio debe ser aplicado teniendo un pequeño conocimiento de la genética: las sativas tienden a tener entrenudos más largos y las índicas generalmente cortos y compactos.
En el caso de que tengamos un indoor y podamos controlar la oferta lumínica, realizar podas es siempre algo recomendable, teniendo en cuenta las semanas hasta la floración.
3) La importancia de la luna en la poda
“Cómo pasa arriba pasa abajo, el agricultor curtido siempre mira el cielo nocturno”
Aunque para muchos la Luna y la agricultura no tienen nada que ver, y muchos se burlarán de la sola sugerencia de que el ciclo lunar tiene algo que ver con las plantas, es porque seguramente nunca han hablado con un campesino que corte guadua, con un pescador o con un ingeniero forestal a cargo de alguna plantación para papel o madera. Lo cierto es que la Luna es un cuerpo gigantesco que ejerce una fuerza gravitacional y electromagnética sobre la Tierra que afecta muchos procesos físicos y biológicos. El ciclo de la Luna cambia la atracción que ejerce sobre la Tierra y, más notoriamente sobre los cuerpos de agua; las plantas son básicamente agua viviente y debido a la Luna, el agua,los minerales y las moléculas orgánicas contenidas en ellas se mueven hacia arriba y hacia abajo. En luna llena el flujo de agua y nutrientes es más fuerte hacia el ápice de las plantas y en luna menguante, cuando la gravedad de la Tierra más contrarresta este efecto, el flujo de savia se concentra en la raíz.
Dirán ustedes, ¿este man de qué está hablando? ¿Qué tiene que ver esto con las podas? Mhh… ¡todo! Cuando hacemos una poda retiramos una parte de la planta (así sea pequeña), una porción de tejido que tiene nutrientes indispensables para la planta, hormonas de crecimiento, azúcares, sales, aminoácidos, etcétera. A la planta le costó producir o extraer del suelo estos nutrientes y se los estamos quitando ya ningún grower le gusta el desperdicio. Pero también estamos generando una herida, una herida que exuda compuestos volátiles que atraen posibles plagas y emana nutrientes que pueden ser alimento para enfermedades. Una herida en luna llena suele demorar más en curarse por lo que debemos evitar a toda costa realizar podas en luna llena o en los días anteriores a ésta.
Por el contrario, cuando realizamos una poda al principio de la fase de luna creciente, sabemos que la savia está concentrada en la parte basal o radical de la planta y que, a medida que la Luna gana fuerza, ésta va subiendo hacia las hojas y las yemas; este es entonces el momento ideal para realizar una poda, ya que le da tiempo a la planta de secar y cerrar sus heridas, sin que sean un foco de plagas y enfermedades, al tiempo que el crecimiento de las nuevas yemas se ve estimulado por el flujo de savia ascendente. Realizando nuestras podas a principios de luna creciente garantizamos una curación más rápida, una menor pérdida de hormonas y nutrientes esenciales y una brotación de yemas laterales más rápida y eficiente.
Como sabemos, el cultivo de cannabis y la agricultura es un corte trasversal entre el arte y la ciencia y no existe receta o verdad absoluta; jamás podremos entender y controlar todos los factores que inciden en el crecimiento de una planta, pero esperamos que la comunidad nos comparta sus experiencias y nos ayude a entender mejor este fenómeno casi mágico que es el pulso lunar.
4) Controlar la humedad
“Deja el aire correr”
Como tal vez muchos ya sepan, o trágicamente hayan experimentado, los cogollos del cannabis son susceptibles a algunos hongos como el Mildeo polvoso (Oidium sp) o el Botritis (Botrytis cinérea) que infectan las flores y reducen drásticamente la calidad de nuestros cogollos, haciéndolos muchas veces inaprovechables. Pero tranquilos, para todo hay cura y estas enfermedades son fáciles de controlar si se actúa rápido, aunque de eso hablaremos otro día. Aquí nos concentraremos en cómo podar para prevenir un exceso de humedad alrededor de los cogollos; la alta humedad relativa alrededor de las flores y hojas es el principal factor de aparición de estos hongos. Para evitar esta dificultad un flujo sostenido de aire es el antídoto perfecto contra la humedad que se concentra demasiado y promueve estos huéspedes no deseados.
Aquí de nuevo aparece el tema de la genética y la variedad de nuestro cannabis: las variedades más índicas tienden a tener cogollos y ramas más compactas que dificultan el recambio de aire y pueden favorecer altos niveles de humedad. Al podar entonces debemos tener en cuenta que estamos creando una planta con una arquitectura compacta, donde el exceso de ramas, hojas y flores puede propiciar un ambiente perfecto para el desarrollo de hongos; esto se puede corregir haciendo podas en ramitas que tienden a sobrelaparse. Si tenemos variedades que son muy compactas, y además las podamos intensivamente, es necesario ubicarlas en un espacio bien aireado y procurar protegerlas de la lluvia en época de floración.
Como todo en el arte del cultivo, este es un equilibrio que se logra con observación, cometiendo errores y afinando nuestro entendimiento de las plantas, pero aplicando un poco de sentido común podemos evitar el desastre de perder una jugosa cosecha por culpa de cuerpos micelares.
5) Higiene en la poda
¡Ay el niño se cortó!, ¡échele café, échele alcohol con yodo!
Por último, para no aburrirlos más, el último consejo que daremos es la higiene y la asepsia al realizar un corte y al tratar las heridas. Así como cuando un niño se corta o tiene un raspón dramático, cada abuela o cada mamá tiene una receta para limpiar la herida -y los médicos esterilizan las herramientas para realizar cortes o procedimientos- de igual manera debemos hacer cortes con tijeras o cuchillos limpios o esterilizados y, de preferencia, aplicar algún tipo de sellamiento o cicatrizante en la herida. Aunque parezca extraño, en muchos cultivos comerciales el principal vector de enfermedades son las herramientas de trabajo. Si no tenemos cuidado, una cuchilla infectada puede contagiar a todas nuestras plantas de enfermedades graves como la Rhizoctonia o el Fusarium.
Así, para limpiar tus herramientas y sellar las heridas existen diferentes recetas. En tu cuchillo o tijeras podadoras puedes aplicar calor por unos segundos; también puedes sumergir o frotar la hoja con un algodón con alcohol, vinagre, zumo de limón o una mezcla de ellos. La sábila también tiene propiedades asépticas y existen varios extractos de plantas que eliminan la mayoría de los microbios. Lo más recomendable es usar algo que tengas a mano, no es necesario comprar ningún producto especializado, lo que haya en tu alacena es suficiente.
Por otro lado, una vez realices el corte, es conveniente sellar la herida con algún agente que impida el crecimiento de microorganismos:la ceniza de chimenea, la cal viva o el azufre elemental son opciones baratas y fáciles de conseguir; la pulpa de sábila también ayuda a cicatrizar la herida más rápidamente o, incluso, el bicarbonato de sodio es eficiente inhibiendo los hongos y las bacterias y permitiendo que la planta selle sus heridas.
Teniendo esto en cuenta,seguro que no se tendrá mayor problema al realizar una poda o corte en la planta y ésta se recuperará exitosamente.
Honestamente les agradezco a los lectores por haber leído hasta aquí. Reitero que nada en este escrito es inamovible, todo lo expuesto está basado en lo que nuestro equipo ha leído, experimentado y en los errores que hemos cometido. Esperamos que algo de esto sea enriquecedor para ustedes y sus plantas, y pueda darle a la comunidad herramientas para cosechas más provechosas y con mejor calidad.
Con esto terminamos nuestro primer informe sobre podas de cannabis, esperamos que haya sido útil. Recuerda que queremos conocer tu sincera opinión sobre el tema. Estamos abiertos a cualquier tipo de observación, crítica o consejo que puedas tener y a que el debate y el conocimiento colectivo sobre autocultivo se enriquezca.
Si quieres compartirnos algún escrito, tienes algo que agregar, objetar o te gustaría que habláramos de un tema específico, estamos esperando tu retroalimentación con ansias.
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